Las notificaciones de Mac pueden volverse abrumadoras si no las controlas. Aquí tienes una guía rápida y efectiva para silenciarlas y recuperar tu concentración. Te mostraré paso a paso cómo puedes personalizar tus ajustes para que tu Mac deje de interrumpirte constantemente.
Silenciar todas las notificaciones de una vez
¿Harto de los pitidos y ventanas emergentes? La forma más rápida de librarte de ellas es activar el modo No molestar. Es como poner un cartel de «No pasar» en la puerta de tu habitación digital.
Para hacerlo, simplemente:
1. Haz clic en el icono de Control Center en la barra de menús.
2. Selecciona »No molestar«.
3. Elige por cuánto tiempo quieres activarlo.
Voilà! Tu Mac se quedará calladito como un ratón. Pero ojo, que esto es como usar una maza para matar una mosca. A veces necesitas un enfoque más quirúrgico.
Personaliza las notificaciones por app
Si prefieres un control más fino, puedes decidir qué apps pueden molestarte y cuáles no. Es como ser el portero de la discoteca de tus notificaciones:
1. Ve a «Preferencias del Sistema» > «Notificaciones y Centro de Control«.
2. En el panel izquierdo, verás una lista de todas tus apps.
3. Selecciona cada app y ajusta sus permisos individualmente.
Aquí puedes decidir si quieres banners, alertas o nada en absoluto. También puedes configurar si las notificaciones hacen sonido o muestran una previsualización.
Trucos para notificaciones más inteligentes
No todo es blanco o negro en el mundo de las notificaciones. Hay algunos ajustes intermedios que pueden hacer tu vida más fácil:
• Notificaciones agrupadas: Evita que tu centro de notificaciones parezca un mercadillo. Ve a las opciones de cada app y activa «Agrupar notificaciones«.
• Notificaciones silenciosas: ¿Quieres ver las notificaciones pero sin el alboroto? Desactiva los sonidos para apps específicas.
• Horas de tranquilidad: Configura el »No molestar» para que se active automáticamente durante tus horas de sueño o trabajo.
Silenciar notificaciones temporalmente
A veces solo necesitas un respiro momentáneo. Para esos casos, puedes usar estos atajos rápidos:
1. Mantén pulsada la tecla Option y haz clic en el icono de notificaciones en la barra de menús.
2. Selecciona por cuánto tiempo quieres silenciar las notificaciones.
Es como poner tu Mac en modo siesta sin tener que apagarlo por completo.
Notificaciones en la pantalla de bloqueo
Tu pantalla de bloqueo puede ser un coladero de información si no la configuras bien. Para evitar miradas indiscretas:
1. Ve a «Preferencias del Sistema» > «Notificaciones y Centro de Control«.
2. Selecciona una app.
3. Desmarca la opción «Mostrar notificaciones en la pantalla de bloqueo«.
Así mantendrás tu privacidad a salvo cuando te alejes de tu Mac.
Silenciar notificaciones de correo
El correo puede ser especialmente molesto. Para domarlo:
1. Abre la app Mail.
2. Ve a «Preferencias» > «General«.
3. Desmarca «Notificar nuevos mensajes«.
También puedes ir más allá y crear reglas de correo para silenciar solo ciertos remitentes o tipos de mensajes.
Notificaciones de sitios web
Los sitios web también pueden ser unos pesados con sus notificaciones. Para ponerlos en su sitio:
1. Abre Safari.
2. Ve a «Preferencias» > «Sitios web» > «Notificaciones«.
3. Desmarca «Permitir que los sitios web pregunten por permiso para enviar notificaciones push«.
Así evitarás que cada página que visites intente colarse en tu centro de notificaciones.
Usa Focus para personalizar aún más
Focus es como el ninja de las notificaciones en macOS. Te permite crear perfiles para diferentes situaciones:
1. Ve a «Preferencias del Sistema« > »Focus«.
2. Crea perfiles personalizados como «Trabajo», «Estudio» o «Relax».
3. Configura qué apps y contactos pueden notificarte en cada perfil.
Es como tener un mayordomo digital que filtra tus interrupciones según el contexto.
Con estos trucos, habrás convertido tu Mac en un oasis de calma y productividad. Ya no tendrás que sufrir el constante bombardeo de notificaciones. Recuerda que la clave está en encontrar el equilibrio entre estar informado y mantener tu concentración. Ahora tienes el control, úsalo sabiamente y disfruta de un Mac más tranquilo y a tu medida.