Política de refrigeración en Windows: Configuración

La política de refrigeración en Windows es un aspecto crucial para el rendimiento y la longevidad de tu equipo. Si eres de los que les gusta tener el control total de su PC, seguro que te interesa saber cómo ajustar esta configuración para sacarle el máximo partido a tu máquina sin comprometer su salud.

Windows incluye una serie de opciones para gestionar la temperatura de tu ordenador. Estas configuraciones controlan cómo y cuándo se activan los ventiladores y cómo se ajusta el rendimiento del procesador para mantener las temperaturas bajo control. No es magia negra, pero sí requiere cierto conocimiento para no meter la pata.

Para empezar a trastear con la refrigeración, necesitas acceder al Panel de Control de Windows. Sigue esta ruta: Panel de Control > Hardware y sonido > Opciones de energía. Aquí encontrarás los planes de energía predeterminados y la opción de crear uno personalizado.

Planes de energía y su relación con la refrigeración

Los planes de energía de Windows no son solo para ahorrar batería. También juegan un papel crucial en la gestión térmica de tu equipo. Cada plan tiene su propia configuración que afecta directamente a cómo se comporta tu PC bajo diferentes cargas de trabajo.

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Equilibrado: Es el plan por defecto y suele ser suficiente para la mayoría de los usuarios. Busca un equilibrio entre rendimiento y consumo energético.

Alto rendimiento: Prioriza la potencia sobre la eficiencia energética. Puede hacer que tu equipo se caliente más rápido.

Ahorro de energía: Reduce el rendimiento para mantener las temperaturas bajas y el consumo energético al mínimo.

Ajustes avanzados de energía

Para los más atrevidos, los ajustes avanzados de energía son el santo grial de la configuración de refrigeración. Haz clic en «Cambiar la configuración del plan» y luego en «Cambiar la configuración avanzada de energía». Aquí encontrarás opciones como:

Refrigeración del procesador: Puedes ajustar el porcentaje mínimo y máximo del estado de energía del procesador. Un porcentaje más bajo significa menos calor, pero también menos rendimiento.

Ventilador del sistema: Algunas placas base permiten configurar la velocidad del ventilador directamente desde Windows. Si tienes esta opción, podrás decidir cuándo quieres que los ventiladores trabajen a toda máquina.

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Configuración personalizada para gamers y profesionales

Si eres gamer o un profesional que exige mucho a su equipo, probablemente quieras crear un plan de energía personalizado. Puedes clonar uno existente y modificarlo a tu gusto. La clave está en encontrar el equilibrio perfecto entre rendimiento y temperatura.

Por ejemplo, podrías configurar el estado mínimo del procesador al 5% para momentos de baja actividad, y el máximo al 100% para cuando necesites toda la potencia. Esto permitirá que tu CPU se relaje cuando no la necesites, ahorrando energía y reduciendo el calor.

Herramientas de terceros para el control de la temperatura

Windows hace un trabajo decente, pero a veces necesitas más control. Herramientas como ThrottleStop o MSI Afterburner te permiten ajustar voltajes y frecuencias con precisión milimétrica.

ThrottleStop es especialmente útil para portátiles, ya que te permite desactivar el throttling térmico si sabes lo que estás haciendo. Ojo, esto puede ser peligroso si no tienes cuidado.

Monitorización: la clave para una configuración óptima

No puedes mejorar lo que no puedes medir. Utiliza herramientas como Open Hardware Monitor para vigilar las temperaturas de tu CPU y GPU en tiempo real. Esto te ayudará a ajustar tu configuración de refrigeración de forma precisa.

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Experimenta con diferentes configuraciones y observa cómo afectan a las temperaturas y al rendimiento. Cada equipo es único, así que lo que funciona para otros puede no ser lo mejor para ti.

Mantenimiento físico: el complemento perfecto

Toda esta configuración de software no servirá de mucho si tu hardware está ahogándose en polvo. Limpia regularmente los ventiladores y reemplaza la pasta térmica cada cierto tiempo. Un buen mantenimiento físico es el complemento perfecto para una configuración de refrigeración optimizada.

No te olvides de revisar que todos los ventiladores funcionan correctamente. Un solo ventilador defectuoso puede arruinar todo tu esfuerzo de optimización.

La política de refrigeración en Windows es un tema fascinante y complejo. Con estos ajustes y herramientas, tienes el poder de controlar cómo respira tu PC. Experimenta, monitoriza y ajusta hasta encontrar la configuración perfecta para ti. Tu ordenador te lo agradecerá con un rendimiento estable y una vida útil más larga.