La Raspberry Pi es una maravilla de la tecnología en miniatura. Este pequeño ordenador ha conquistado el corazón de makers y entusiastas de la informática por su versatilidad y potencia. Pero, ¿qué pasa cuando necesitas girar la pantalla y no quieres mover físicamente el monitor? Tranquilo, que te cuento cómo hacerlo sin sudar la gota gorda.
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El truco está en el software
Seguro que alguna vez te has encontrado con la necesidad de cambiar la orientación de tu pantalla en la Raspberry Pi. Quizás estás montando un proyecto vertical, o simplemente quieres darle un toque diferente a tu setup. Sea cual sea el motivo, la solución es más sencilla de lo que imaginas.
Lo primero que debes saber es que no necesitas ser un gurú de la programación para lograrlo. El sistema operativo Raspbian, basado en Debian, incluye herramientas que te permitirán hacer este cambio en un pispás. Vamos a ello, que se nos hace la boca agua.
Para empezar, abre una terminal en tu Raspberry Pi. Si estás usando el escritorio, puedes encontrarla en el menú de aplicaciones o usar el atajo de teclado Ctrl + Alt + T. Una vez ahí, prepárate para escribir un par de comandos mágicos.
El comando que usaremos es xrandr, una herramienta poderosa para configurar la salida de video. Pero antes de lanzarnos a la piscina, comprobemos qué opciones tenemos disponibles:
- xrandr -q: Este comando te mostrará todas las opciones de pantalla disponibles.
- xrandr –output HDMI-1 –rotate right: Aquí está la clave del asunto. Este comando girará la pantalla 90 grados en sentido horario.
- xrandr –output HDMI-1 –rotate left: Si prefieres girarla en sentido antihorario, este es tu comando.
- xrandr –output HDMI-1 –rotate inverted: ¿Quieres darle la vuelta completamente? Este comando la rotará 180 grados.
- xrandr –output HDMI-1 –rotate normal: Y si te arrepientes, con esto vuelves a la orientación original.
Recuerda que «HDMI-1» puede variar dependiendo de tu configuración. Si no funciona, prueba con «HDMI-0» o el nombre que aparezca cuando ejecutes el primer comando.
Vale, has girado la pantalla y te encanta cómo se ve. Pero, ¿qué pasa si reinicias la Raspberry? Pues que vuelve a su posición original, como si nada hubiera pasado. No te preocupes, también tenemos solución para eso.
Para que el cambio sea permanente, necesitamos editar un archivo de configuración. Abre el archivo config.txt con el siguiente comando:
sudo nano /boot/config.txt
Aquí viene lo bueno. Añade una de estas líneas al final del archivo, dependiendo de cómo quieras la rotación:
- display_rotate=1: Para girar 90 grados
- display_rotate=2: Para girar 180 grados
- display_rotate=3: Para girar 270 grados
Guarda los cambios con Ctrl + X, luego Y, y finalmente Enter. Reinicia tu Raspberry Pi y… ¡voilà! Tu pantalla estará girada de forma permanente.
Pero espera, que hay más. ¿Y si quieres una rotación específica para cada aplicación? Pues también se puede. Algunas aplicaciones permiten configurar la rotación de forma individual. Por ejemplo, en el navegador Chromium, puedes usar la extensión Screen Rotation para girar solo la ventana del navegador.
Y si eres de los que les gusta toquetear el código, siempre puedes crear un script personalizado que cambie la orientación según tus necesidades. Imagina poder cambiar la rotación con un simple clic o incluso programarla para que cambie automáticamente según la hora del día. Las posibilidades son infinitas.
Un giro inesperado en tus proyectos
Dominar la rotación de pantalla en tu Raspberry Pi te abre un mundo de posibilidades. Desde crear kioscos informativos verticales hasta diseñar interfaces de usuario innovadoras, el límite está en tu imaginación.
¿Te imaginas un espejo inteligente con la pantalla perfectamente orientada? ¿O qué tal un panel de control para tu casa domótica que se adapte a cómo lo coloques? Con estos trucos, tus proyectos pueden dar un giro de 180 grados (literalmente).
Recuerda que la clave está en experimentar. No tengas miedo de probar diferentes configuraciones hasta encontrar la que mejor se adapte a tus necesidades. Y si algo sale mal, siempre puedes volver atrás con un simple comando.
Así que ya sabes, la próxima vez que te enfrentes a un proyecto con tu Raspberry Pi, piensa en todas las direcciones posibles. Quizás la solución perfecta esté a solo un giro de distancia. ¡A darle vueltas al asunto!